jueves, 22 de septiembre de 2016

Nunca dejes de soñar


 

Siempre he nacido con ese punto de superación quizás sea por lo orgulloso que soy o quizás porque siempre ha existido algo en mi interior que me decía que jamás debía rendirme ante ninguna situación, que todo aquello que sucede, sucede por una razón y mientras exista un resquicio de esperanza merece la pena intentarlo.

No sé hacia donde se dirigirá mi vida ni donde estaré dentro de unos años, ni si quiera sé a qué me dedicaré pero lo que si que tengo claro es que mi objetivo principal es ser feliz, nada más. Levantarme cada día por la mañana ya sea un lunes, un miércoles o un domingo. mirarme en el espejo y esbozar una pequeña sonrisa de felicidad, solo quiero eso.

Porque al fin y al cabo la vida presente solo la vivimos una vez y no vale la pena desperdiciarla. El sistema establecido desde que vamos al colegio nos presiona para ser presos de las ideas y del control que el propio sistema establece para que no pensemos por nosotros mismos y para que otros puedan enriquecerse a nuestra costa. Desde pequeños nos dicen lo que debemos o no debemos hacer, nos seleccionan, nos dirigen. Y perdonadme que os diga pero no, yo estaré dentro del sistema pero no quiero ser preso de él, no quiero levantarme cada mañana quejándome, maldiciendo a cada persona que veo por la mierda de vida que llevo, esa vida de acomodarse y dejar que todos los sueños que tenía ni siquiera los intentase, no quiero eso.

Un día un buen amigo me dijo que la diferencia entre la personas que cumplen sus sueños y aquellos que no los cumplen, simplemente reside en que los primeros se arriesgaron a hacerlo aun sabiendas que podía salir mal, y los segundos ni si quiera lo intentaron.


V.M.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Paremos el tiempo


Me dejaste con el café a medias
el cigarro sin acabar,
con las luces de la ciudad medio encendidas 
y con el suspiro de tu beso como única despedida.

Hoy todavía sigo pensándote,
y aunque ya no hablemos, te sigo echando de menos.
Porque me gustaría parar el tiempo
y poder revivir las sonrisas, los enfados
y todos aquellos detalles
que hacías especiales con un simple gesto.

V.M


miércoles, 31 de agosto de 2016

País de nunca jamás


Entre la noche se esconden las realidades más profundas
que ninguno queremos ver,
podemos encontrarnos entre tanta oscuridad
y al mismo tiempo perdernos por una eternidad.

Vagamos entre las luces y las sombras que nos observan,
caminamos entre las baldosas que nos sostienen
como si el mundo se fuera a acabar.

En esta oscuridad, sombría,
carente de sueños e ilusiones,
Corramos, corramos bien lejos,
hasta el país de nunca jamás,
donde los sueños se hacen realidad.

V.M 

lunes, 29 de agosto de 2016

Recuerdos


No es el tiempo ni tampoco los momentos,
no es el pasado ni las lágrimas derramadas,
no son las noches en vela, ni tampoco las despedidas.

Son los recuerdos que un día nos llevaron hasta aquí
porque sin saberlo fuimos todo lo que jamás creíamos,
vivímos y soñamos más de lo que pensamos,
y hoy, solo nos queda ese suspiro de alegría
que un día se coló entre nuestros corazones,
uniendónos, conectándonos,
jodiéndonos de por vida.

Porque ese recuerdo siempre permanecerá ahí
dentro de nosotros, en una parte oculta
sin que la luz consiga llegar,
porque la oscuridad tiñió todo el color que quedaba.

V.M

martes, 7 de junio de 2016

Caminando sobre baldosas


 

Que la luz que nos rodea
jamás se apague,
Que el tiempo que llega
jamás se vaya.
Porque mi corazón se marchitó
cuando me dijiste adiós,
pero la esencia de lo que hubo jamás nos dejó.

Hoy, sólo sé que estoy perdido
caminando sin rumbo fijo
sobre las baldosas que nos vieron soñar,
bajo las ilusiones de que todo era posible.

Porque todos los días espero un mensaje tuyo,
y jamás llega.
Porque los días se hacen eternos desde que tú no estás.
Porque ya no tengo esa sensación especial en mi ser,
esa sensación que me hacía volar y sonreír de felicidad.

Aún tengo la esperanza de que la vida nos unirá de nuevo,
de que las risas entre los dos volverán,
Sin embargo, los días pasan
y con ellos la ausencia y el olvido,
el desorden y el vacío.


V.M.

domingo, 21 de febrero de 2016

Luces de la ciudad.



Triste realidad de la que me siento atrapado
perdido, pero lleno de esperanzas,
esperanzas frágiles,
pero esperando a no ser destruidas.

Porque el ritmo no para,
el tiempo sigue su curso,
ya solo nos queda el ahora
y el recuerdo que nos unió.

Quizás,
quizás el ahora se nos hace pesado.
Quizás nuestros caminos se separaron
para que volvamos a desearnos, a tenernos.

Sin embargo, hoy, camino sólo por la ciudad,
mientras las luces se encienden
sin ese brillo especial,
porque la magia de lo que fue
desapareció sin ni siquiera despedirse.
Como ese destello intenso que poco a poco se apaga,
nublándonos, llenándonos de oscuridad y soledad al mismo tiempo.

Ahora, sólo nos quedan los recuerdos que vivimos,
porque sin vernos, sentíamos como si nos tuviésemos.
Sin hablarnos, sabíamos lo que nos decíamos.

El amor no se apaga,
el amor verdadero siempre permanece ahí,
intacto, en una parte de nuestro corazón
esperando a poder ser utilizado de nuevo,
sin embargo espera y espera
hasta que llega el final y se va con la ilusión
de que podría haberte tenido de nuevo.

El tiempo sigue, al igual que las luces de la ciudad,
encendiéndose pero sin ese brillo especial-.

                                                                                                                       
                                                                                                                    V.M.



sábado, 19 de diciembre de 2015

Días nublados.



Mientras el silencio nubla esa sensación de tristeza irremediable que te invade,
tu mirada se pierde en la lejanía de las luces de la ciudad,
y el corazón se estremece mientras piensas en lo que fue y en lo que pudo ser.

Hoy, las palabras no surgen, simplemente se ocultan para no mostrar la verdad,
esa verdad que envuelve tus pupilas y se convierten en lágrimas con nombre propio.

Soy preso de los recuerdos que me distes,
de las sonrisas guardadas en mis retinas
y de los abrazos que un día soñé.
Porque no hay verdad más sincera
que la mirada que habla con el corazón
sin soltar ni una sola palabra,
acompañada de esa energía que nos envuelve como si de un todo se tratase.
Un cúmulo de circunstancias posibles pero reales
que bajo la misma razón
giran en torno a lo cotidiano y a lo monótono.

Tal vez, sea un suspiro de locura
o un suspiro de felicidad incontrolable,
que separa, lo imposible de lo posible.

Tempestad de versos escritos
bajo pensamientos llenos de razones.

                                                                                                                                       V.M