martes, 7 de junio de 2016

Caminando sobre baldosas


 

Que la luz que nos rodea
jamás se apague,
Que el tiempo que llega
jamás se vaya.
Porque mi corazón se marchitó
cuando me dijiste adiós,
pero la esencia de lo que hubo jamás nos dejó.

Hoy, sólo sé que estoy perdido
caminando sin rumbo fijo
sobre las baldosas que nos vieron soñar,
bajo las ilusiones de que todo era posible.

Porque todos los días espero un mensaje tuyo,
y jamás llega.
Porque los días se hacen eternos desde que tú no estás.
Porque ya no tengo esa sensación especial en mi ser,
esa sensación que me hacía volar y sonreír de felicidad.

Aún tengo la esperanza de que la vida nos unirá de nuevo,
de que las risas entre los dos volverán,
Sin embargo, los días pasan
y con ellos la ausencia y el olvido,
el desorden y el vacío.


V.M.

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